
Estación Sufragio: Tres mujeres
Por: Adalberto Carvajal
De las tres alcaldesas de la Transformación que hay en Colima (las otras dos serían Lupita Solís, de Cuauhtémoc, y Daniela Orozco, de Comala), sobre la edil manzanillense Rosi Bayardo recae el peso de demostrar lo que significa para ‘nuestra Colima’ tener un gobierno de mujeres y, en concreto, continuar en el siguiente sexenio con un régimen de izquierda encabezado, además, por una figura femenina.
En un municipio que eligió a su primera gobernante morenista en 2018 y donde muchas fórmulas progresistas ya se ensayaron, Bayardo Cabrera está innovando el concepto de política social al entregar un apoyo de nueve mil pesos anuales (la Unibeca) a los estudiantes del nivel superior, con la que podrán cubrir parte de los gastos de inscripción, libros, transporte, despensa o renta, incluso si como residentes porteños están cursando su licenciatura o ingeniería en un plantel fuera de Manzanillo.
La convocatoria para que se registren a la beca y la posterior entrega de los apoyos económicos, le han estado dando a Rosi la oportunidad de visitar las comunidades estudiantiles en los numerosos campus de las instituciones de educación superior que hay en el territorio estatal.
Este segundo periplo abona a la gira que Rosi Bayardo –la más señalada aspirante a la candidatura de Morena a suceder a Indira Vizcaíno– realizó por los municipios del estado, con motivo de la celebración de los 200 años de la declaración de Manzanillo como puerto comercial.
Desde la conquista española la bahía de Santiago era reconocida como un puerto natural, pero el 21 de octubre de 1825, por un decreto del Congreso de la Unión, se habilitó a Manzanillo para el movimiento de carga de cabotaje y el comercio extranjero. Para remarcar que el puerto colimense es –como ha insistido la gobernadora Vizcaíno– el motor de la economía estatal, la alcaldesa encabeza en diferentes poblaciones festivales conmemorativos por esta trascendental fecha.
La presencia de Bayardo en las universidades públicas del estado tendrá otro efecto indirecto. Muchos de esos jóvenes votarán por primera vez en 2027 durante los comicios generales intermedios, cuando concurrentemente en Colima y otras 15 entidades se elegirá a un nuevo gobernador o gobernadora.
En ese sentido, aun los universitarios que ya sufragaron en 2024 son potenciales electores de una candidatura de izquierda pues, como formuló Clara Brugada emulando a Salvador Allende que en 1972 se refería a las ideas revolucionarias frente a los estudiantes de la UdeG, “ser joven y ser conservador es una contradicción hasta biológica”.
EL PODER TIENE CARA DE MUJER
Ser la candidata oficialista y representar en esa contienda al gobierno saliente, llevaría a Rosi Bayardo a compartir el desgaste natural y los hipotéticos costos políticos que resulten de la diferencia entre las expectativas que la población se hizo respecto de Indira Vizcaíno y los resultados que la mandataria saliente presente finalmente.
Pero, como Claudia Sheinbaum, frente a las presiones para correrse a la derecha a fin de unificar las opiniones, la sucesora en Colima debe perseverar en el camino de la izquierda. Mantenerse como la opción electoral progresista obliga a Bayardo Cabrera a ser todavía más revolucionaria en temas sociales y, al mismo tiempo, a encarnar la promesa de estabilidad y crecimiento de un gobierno que llegó para hacer las cosas de manera diferente.
El proyecto político de Rosi está atado a la percepción que la gente se haga del legado de Indira como una administración honesta, eficiente y reformadora. Para allanarle el camino a la candidata de la continuidad, Vizcaíno debe hacer exactamente lo que no hizo Ignacio Peralta: entregar un estado de cosas mejor a como lo recibió.
JIPS la tenía fácil, bastaba con no caer en los abismos financieros y de inacción gubernamental a las profundidades que llegó Mario Anguiano. Sin embargo, Nacho consiguió lo imposible: llevar el déficit fiscal al grado del incumplimiento en el pago de nómina y a proveedores, por no hablar de la cancelación de las aportaciones a los programas de obras y prestaciones sociales establecidos en coordinación con el gobierno de la república, o del desvío de recursos federales para temas como salud y seguridad pública.
Debido a su paso fugaz por ese gabinete, en la campaña Indira tuvo que pagar los costos políticos de suceder a una administración tan desastrosa. Pero, más que nada, todavía hay quienes le reclaman no haber llevado a Peralta Sánchez frente al pelotón de fusilamiento.
Sin embargo, a una gobernadora que ha logrado revertir con medidas de austeridad y racionalidad en el gasto no sólo problemas de caja (liquidez), sino la contabilidad en números rojos por los enormes pasivos que acumularon sus antecesores en conceptos como deuda pública, dispendio y peculado, todavía le quedan dos años para acabar de sanear las finanzas públicas.
Es decir, Indira aún tiene tiempo para terminar el sexenio con un programa de infraestructura, desarrollo industrial e inversión privada que no sólo contribuya, sino que capitalice los proyectos portuarios y carreteros realizados en Colima por el binomio López Obrador-Sheinbaum.
El equilibrio financiero se lograría, incluso, si en la cuenta pública de este sexenio queda programada la terminación de esos grandes proyectos infraestructurales en el siguiente mandato. Mientras que la estabilidad política se conseguiría al ganar la batalla por el sentido común y establecer, como perfil idóneo para darle seguimiento a esta transformación, el de la alcaldesa Bayardo.
EL CAMINO SECRETO
La oposición en Colima está reaccionando frente a esta propuesta de continuidad feminista exactamente a como lo requiere el discurso de la sororidad que escuchamos en el encuentro de mil y una mujeres por la transformación del estado, el sábado 29 de marzo de 2025.
Hubo tres oradoras en el arranque de una jornada cuya mecánica consistía en varias mesas de trabajo para escuchar la problemática, la visión y las propuestas de solución de las mujeres colimenses.
Una de ellas fue Susana Araceli Ángeles Quezada, directora general de Relaciones Interinstitucionales, Participación Política y Social de la Secretaría de las Mujeres del Gobierno de México, en representación de la titular de esta cartera, Citlalli Hernández Mora, cuya presencia en el evento se esperaba con interés.
Con todo, quien abrió la ronda de intervenciones fue Rosa María Bayardo Cabrera, presidenta municipal de Manzanillo. Y, al tomar la palabra para cerrar la tanda, la gobernadora Vizcaíno Silva retomó los conceptos vertidos por la alcaldesa en su discurso:
“Seamos sororas, veamos cómo ayudamos a otras; veamos cómo convencemos a nuestra mamá a que termine la secundaria, porque la va a hacer sentir bien con ella misma; veamos cómo convencemos a alguien más para que rompa un círculo de violencia y que sepa que nosotros somos su red, que vamos a estar ahí para ayudarla, protegerla e impulsarla”, dijo Indira.
No podría haber transparentado más su proyecto político la mandataria colimense, ni siquiera si hubiera dicho: veamos cómo le hacemos para que el gobierno de Colima siga estando en manos de una mujer, particularmente de una vinculada al Movimiento de Regeneración Nacional.
Lo cual sería absolutamente válido dentro de las reglas de la democracia. Si todo gobernante tiene la obligación política de transmitir el poder a un miembro de su mismo partido y, de ser posible, a una persona de su mismo grupo, una gobernadora de izquierda tendría dos prioridades: aplazar una alternancia que traiga de regreso al gobierno del estado al conservadurismo que derrotó, asumido en Colima desde 2021 por el PRIAN; y sortear el triunfo de la oposición con una figura masculina, máxime si esta responde al arquetipo del macho alfa que muchos de sus seguidores le quieren encasquetar a Riult Rivera.
Irónicamente, al oponer el perfil del edil capitalino al proyecto de continuidad feminista, la derecha unificada acabará de redondear este escenario de la elección de 2027 como una batalla entre los sexos. Descarrilada Tey Gutiérrez como aspirante, debido a los episodios de violencia que tocan a su administración en Villa de Álvarez y a su familia; e ignorada la pasada candidata a gobernadora, Mely Romero, en su informe como senadora de primera minoría; Riult está enfrascado en una campaña para hacer de la nominación prianista un asunto de mero trámite.
La viabilidad electoral de quien resulte candidato del PRIAN a la gubernatura depende del dominio político que los partidos que integran esta coalición conserven en la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez y, al menos nominalmente, en Coquimatlán, pero además en su capacidad de capturar la esperanza de aquellos habitantes de Tecomán y Manzanillo que reniegan de la Transformación.
En Ixtlahuacán y Minatitlán, una balanza electoral favorable depende de los acuerdos a los que los candidatos de una y otra alianza (la gobiernista y la de oposición) lleguen con los liderazgos políticos que controlan el voto popular en esos municipios.
MIRADA DE MUJER
Cuando en esta columna dijimos que Azucena López está en su papel de regidora de oposición al exigir transparencia en los gastos con motivo del Sabora Fest y los otros eventos de recreación, comercio y entretenimiento organizados por el Ayuntamiento de Colima desde que arrancó este trienio, abundaron en las redes sociales reclamos a la munícipe por no haberle exigido lo mismo a su esposo Leoncio Morán, cuando fue alcalde.
Que Locho y otros ediles, por no mencionar al director del Instituto de Fomento de Ferias y Exposiciones de Colima (IFFE), no se hayan propuesto reducir la incertidumbre con respecto al origen de los fondos que se invierten en la contratación de cantantes y grupos musicales que se presentan en estos teatros del pueblo, no exime a Riult Rivera de su obligación de romper esa supuesta tradición de silencio y presentar cuentas claras de la aportación que hace la tesorería municipal y el porcentaje que invierte la iniciativa privada, así como a cuánto ascienden las utilidades para el sector público y los particulares.
De otro modo, versiones como que Galilea Montijo cobró un millón de pesos por venir a clausurar el festival o que la trajeron en avión privado, resultan verosímiles cuando lo más fácil era aclarar, como hizo Riult ante el Círculo de Analistas Políticos, que –como dice mi compadre Humberto– “mi Gali” no cobró porque es amiga del alcalde y, en todo caso, que los gastos originados en su atención se justifican por la sola mención que el martes, a su regreso al programa Hoy, hizo del ‘Comida Fest’ y de la ciudad de Colima.
Rivera informó que la Montijo voló en línea comercial a Manzanillo, y que tiene el boleto para confirmarlo. Ya será material para las revistas de espectáculos investigar desde cuándo son amigos la conductora y el edil capitalino.
LA VERDAD OCULTA
Cuando en la administración de Héctor Insúa, el finado empresario restaurantero Davide Arenas arrancó el Sabora y el Volcán Fest, se filtró que parte del recurso provenía de esas partidas presupuestales que los diputados federales se reservaban para invertirlas en donde ellos decidieran, mediante aquel sistema de ‘moches’ que López Obrador eliminó al llegar a la presidencia.
Cuando el dinero para esos proyectos específicos se prohibió, los alcaldes y gobernadores del país siguieron usando la bolsa para espectáculos populares reservada en el presupuesto federal con el objetivo de recuperar los espacios públicos y restituir el tejido social.
Frente al abuso de Carlos Salinas de poner a cantar a Luis Miguel en los XV Años de su hija Cecilita, o el alarde de Vicente Fox de hacer tocar a Elton John en el Castillo de Chapultepec para una exclusiva audiencia de secretarios de Estado y empresarios, está la política de conciertos masivos gratuitos que los gobiernos de izquierda han llevado a cabo en el Zócalo desde 1997.
A pregunta expresa, Riult respondió que no alcanzó a concursar para estos fondos, pero que todavía está a la espera de que puedan acceder a dichos recursos para financiar el Volcán Fest 2025, a realizarse en alguna fecha después de la elección del Poder Judicial.
Por lo pronto, afirmó que la actuación de Aranza, Río Roma, Kabah y Raúl di Blasio (aunque el pilón de una hora fue por cuenta del pianista), amén de la presencia en el escenario de Galilea Montijo, se cubrió con aportaciones de los patrocinadores, restauranteros y expositores.
Eso se los pudo haber dicho el alcalde a sus pares en el cabildo. Incluso, en esa sesión debió desglosar la partida de relaciones públicas que tiene el Consejo Mexicano Vitivinícola para usarlo en estas ferias del vino.
HASTA QUE EL DINERO NOS SEPARE
Al otro señalamiento que en esta columna hicimos respecto a la aparente intención recaudatoria de la campaña contra el exceso de velocidad en el tercer anillo periférico, y al margen de reconocer que la obligación del Ayuntamiento es elevar los ingresos propios para incidir en las participaciones federales del próximo año, Riult Rivera explicó que el operativo estuvo enfocado –además de reducir el número de accidentes con frecuencia mortales que ocurren en esa vialidad– en detectar la circulación de vehículos con reporte de robo o cuyos conductores estén vinculados a algún delito.
Como los malosos ‘ya se la saben’, la estrategia dejó de funcionar y tendrá que variar. Pero en cuanto al resentimiento de los ciudadanos correlones afectados por la cacería, el edil capitalino consideró que la medida no tendrá en realidad costos políticos pues, si pagan pronto, la multa se reduce a la mitad o la condona el juez cívico en atención a las razones que dé el infractor.
Sobre el absurdo de que en Colima el límite sea de 60 cuando, en la misma arteria pero en Villa de Álvarez la máxima velocidad permitida es 80 km/h, Riult dijo que esperará a que el Gobierno del Estado le entregue el tercer anillo al municipio para que el Ayuntamiento pueda modificar el tope. Como en el libramiento Ejército Nacional, en el periférico la Comuna no tiene jurisdicción para cambiar las señales viales pero sí la obligación de impedir que haya accidentes, sostiene el alcalde.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com