Riult: Una marcha producto de ocurrencias
(Editorial 04/11/2024).- Como parte de los festejos del XII Festival Recuérdame Bonito, al presidente municipal de Colima, Riult Rivera, tuvo la desafortunada ocurrencia de incluir en esos festejos la llamada Marcha por la Paz, misma que como la máxima autoridad municipal él mismo convocó. A ciencia cierta no se supo con qué fin, si con tintes políticos, contra sí mismo y los malos resultados del municipio en materia de seguridad, con fines sociales sumándose a las plegarias que a diario realizan los habitantes de Colima capital para que cesen los homicidios en el municipio, o si definitivamente la convocatoria la realizó para resaltar su rol protagónico como alcalde de Colima.
Sabemos del problema de inseguridad y violencia que afecta a la capital, por lo que precisamente una de las ofertas de campaña de Riult Rivera, fue la de implementar estrategias en la materia. Pero desde que Riult asumió la presidencia municipal, ha habido un incremento de hechos violentos, por lo que resulta inaudito, que como primera autoridad municipal, en lugar de enfocar sus esfuerzos a tener una policía municipal mejor adiestrada y equipada para realizar una efectiva vigilancia en las diferentes colonias de la ciudad, así como coordinar esfuerzos con las distintas corporaciones policíacas estatales y federales para tener mejores resultados en materia de seguridad, ¡tenga la ocurrencia de convocar a una marcha por la paz!.
Se le olvida a Riult Rivera que no es no es un ciudadano común como para que cifre sus esperanzas en la divinidad o en las protestas ciudadanas para traer la calma al municipio; como alcalde de Colima, donde los resultados de su trabajo son medibles, resulta imperativo poner en marcha una eficaz estrategia de vigilancia y prevención del delito que devuelva a los colimenses la tranquilidad de antaño.
Los escasos participantes en la marcha por la paz convocada por el presidente Riult Rivera, seguramente tienen presente que la protesta en la que participaron es contra el propio alcalde, quien heredó de Margarita Moreno los índices de homicidios dolosos más altos de todo el país.
Ciertamente, en términos numéricos y de mensaje político, la marcha por la paz resultó un fracaso, pues inicialmente ni siquiera la encabezó el alcalde Riult Rivera, lo que habla de la importancia que para él tenía el evento; el número de marchantes no superó las cien personas, y en su mayoría eran funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento de Colima. El discurso, que no tuvo nada de novedoso ni alguna declaración de trascendencia, fue una “mea culpa” de que hasta la fecha, en el municipio de Colima la delincuencia y la inseguridad continúan campantes como en los tiempos de Margarita Moreno, que no se ha podido hacer nada para disminuyan los asaltos, los robos a casas habitación, los homicidios dolosos que caracterizan a Colima como una de las ciudades más violentas del mundo, y por eso recure a un peligroso “harakiri”, convocar y encabezar una protesta ciudadana contra la inseguridad en la ciudad que él mismo gobierna.
Las ejecuciones y demás hechos delictivos no se combaten con poses mediáticas y baños de pueblo al estilo Mario Anguiano, mientras que los colimenses sufren y padecen la ola de violencia a lo largo y ancho del municipio. Algo debe hacer el alcalde de Colima para enderezar el rumbo, porque de lo contrario estará anunciando su fracaso en una de las áreas prioritarias de su gobierno en donde él se comprometió regresar la paz y la tranquilidad a Colima.
Aún hay tiempo para que enderece el rumbo y se ponga a trabajar de verdad a favor de la paz y la tranquilidad de los capitalinos. Un alcalde de una ciudad como Colima no puede ni debe gobernar a con base a ocurrencias y poses mediáticas. Si esto sigue sucediendo seguramente dentro de poco veremos a Riult en nuevas marchas portando veladoras y rosarios, o lo que es peor, tratando de emular a Felipe Calderón, patrullando las calles portando el uniforme de la policía municipal y seguido de su séquito de aduladores en una tradicional cabalgata.